“La vida se expande a nuevos territorios. De manera dolorosa, quizá hasta peligrosa, pero la vida encuentra el modo”
Michael Crichton. Jurassic Park
En 1970, el experto japonés en robótica Mashiro Mori aconsejaba a los diseñadores de robots que no intentaran cruzar el “valle inquietante”, esa zona fronteriza y afectiva donde se pierden los límites entre lo humano y la máquina. “Lo inquietante” de Mori es el borde freudiano donde lo siniestro y lo familiar comparten un mismo rostro. Con la alerta del valle inquietante, se visualiza lo conflictivo de nuestra obsesión antropomórfica, que cuanto más perfecciona la semejanza con el artificio, tanto mayor es el efecto de extrañeza e intimidación que nos provoca. Quizá, también, tanto mayor el placer del peligro.
Medio siglo más tarde, la vida se ha expandido a nuevos territorios; con ella, también el valle ha flexibilizado sus fronteras inquietantes. Y así como alguna vez supimos imaginar en el espacio exterior el escenario épico de nuestras humanidades, hoy renovamos la réplica: la reproducción punto a punto de la Tierra en espacio virtual, a fuerza de bloque y dedo. Build The Earth se llama el proyecto de duplicar la Tierra con todos sus artefactos –a escala 1:1– en la virtualidad de Minecraft. El mod Terra 1-1 recoge información de sitios como Google Maps y la convierte en bloques de Minecraft, pero más allá de la superficie natural, los jugadores humanos deberán aunar fuerzas para construir las civilizaciones, sus edificaciones y sus ruinas. El proyecto ya está andando, las comunidades de minecrafters ya están unidas en furiosa actividad de réplica, guiadas por matemáticos y programadores en Discord, Reddit y con cuenta de financiamiento en Patreon. Llegará un día, tal vez, en que la Tierra entera tenga su doble, su doble cada país, cada Estado, cada civilización y cada barbarie, un doble construido por cada destrucción, un duplicado por cada comunidad real de constructores, un doble virtual donde migrar en caso de alguna peste. El valle es inquietante.
A fines de marzo pasado y para hacer frente a la pandemia, el Ministerio de Digitalización de Polonia lanza la iniciativa Grarantanna, mezcla de juego (gra) y cuarentena (kwarantanna), un proyecto educativo que alienta la destreza técnica y premia la creatividad con unos auriculares, un mouse y un teclado valuados en 180 euros. El ministerio polaco sostiene su política educativa de cuarentena dándole carácter nacional al servidor Minecraft por el tiempo que dure el aislamiento. Y es que Minecraft es un juego de supervivencia, vinculado a las habilidades de quien ha quedado abandonado en el mundo abierto a la buena de sus manos. La destreza (craft) se funde con la maña (craftiness), no se trata de confrontar a la naturaleza sino de comprenderla, seguir la veta de la madera, ver en el árbol la madera, en la madera el hacha y en el hacha de nuevo la madera, en la madera la palanca, en la palanca la piedra, en la piedra el pico, y así, la mano como el dispositivo primero. La supervivencia es un juego de astucia pero es también un proyecto de libertad donde la vida encuentra el modo para seguir siendo. Toda práctica de supervivencia es, también, una práctica de libertad.
Nikolai Fedorov escribe La filosofía como causa común (1906) obsesionado con un programa de asentamiento humano en el espacio exterior; allí asegura que los problemas políticos o culturales se tornan siempre problemas físicos o astrofísicos. Nunca más cierto que ahora, donde nos urge un proyecto político que comprenda supervivencia, conectividad y espacios virtuales. La Tierra por duplicado es un proyecto inquietante porque pareciera ser la condena a pensar los espacios siempre de una misma manera, terrícola, demasiado terrícola. Pero la virtualidad puede ser también un espacio de acogida hospitalaria que dé asilo justo a las injusticias de afuera. El 12 de marzo, como acto de repudio a la censura, abre sus puertas virtuales The Uncesored Library, una iniciativa de Reporteros Sin Fronteras y creada por BlockWords, DDB Berlin y MediaMonks. La biblioteca contiene informes censurados y prohibidos en México, Rusia, Vietnam, Arabia Saudita y Egipto. Los libros son texto plano que dificulta la lectura, pero no importa, porque no están hechos con la idea de reproducir a la letra una biblioteca ni el acto de la lectura, sino que es una apuesta a que toda práctica de buena supervivencia es también una práctica política de libertad. Todos los textos se alojan en una formidable biblioteca en el mundo abierto de Minecraft, bajo el hashtag TruthFindsAWay. El valle es inquietante.
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