La última novela de Vigdis Hjorth (Oslo, 1959), “La herencia”, (Nórdicalibros, 2019), logra mostrarnos cómo el dolor pasa de generación en generación, si no conseguimos curarnos a nosotros mismos.
Bergljot, la protagonista, ha luchado para «repararse» a sí misma, a fin de librar a su hijo e hijas, probablemente a sus futuros nietos y sobrinos también, de una madre caótica y rota, que sufrió un padre violento y abusivo, que él mismo había sufrido algo que no se especifica en el libro; y de una madre deprimida, que se pasa la vida compitiendo con su hija mayor, Bergljot.
Uno de los detalles que subrayan la calidad de la escritura de Hjorth es cómo la narradora insiste en exponer las consecuencias mentales y sociales de los hechos que sucedieron, cómo persistieron, incluso, y no en inundar las páginas con detalles morbosos de esos hechos.
Sentí que Vigdis Hjorth, obviamente, tenía mucho que contar. La presente entrevista es fruto de la sucesión de correos que intercambiamos durante Julio del 2020.
¿Dónde pasas este período pandémico?
En casa, trabajando. Vivo en Asker, una isla junto al fiordo de Oslo.
¿Cuál es tu próximo proyecto?
Acabo de terminar una nueva novela. Será publicada en agosto. Estoy un poco nerviosa, al respecto.
¿Has estado aislada?
Sí, como siempre.
Los escritores están acostumbrados al aislamiento, pero durante esta pandemia, muchos de ellos se han quejado de falta de concentración y productividad. ¿Tú, también?
Trabajé bien, pero al final del día tenía más miedo al futuro del que solía tener. Le tengo mucho miedo al futuro, por mis hijos y nietos, no por mí misma.
¿Crees que este virus producirá un cambio real en la forma en que escribes y en la forma en que vives?
Por desgracia, no.
Ten en cuenta que “La herencia” (Arv og miljø) es tu primer libro que leemos traducido al castellano. ¿Sigues promocionándolo?
Sí, en algunos países. Es divertido y un poco aburrido.
Me interesa la parte aburrida. Te invito a ser cruel, claro.
Prefiero hablar sobre mi nueva novela. Siempre es así, la más nueva es la más interesante para el autor.
¿A cuántos idiomas se tradujo hasta hoy?
Veinticinco, creo.
Fuera de Noruega, ¿dónde fue mejor recibido?
No tengo una visión general, pero al menos sé que, fuera de Noruega, los lectores han estado menos interesados en saber si el libro es autobiográfico o no.
¿Crees que este libro fue bien entendido?
Sí.
Comienzas la novela con una frase: «Mi padre murió hace cinco meses, en un momento oportuno o inoportuno, según se mire». Luego, a medida que avanza la trama, el lector cree que se enfrenta al malestar generado por el agravio comparativo en la distribución de una herencia, dentro de una familia noruega.
Esta fuerza siempre ha sido el motor de muchas disputas, en tantas familias, pero pronto, ese mismo lector, se encuentra con algo muy diferente, mucho más doloroso e inaceptable. La historia pasa de la tan conocida angustia burguesa a un abuso infantil. ¿Era este el plan desde la concepción de la pieza?
¡Si! Pero, a menudo, el desacuerdo sobre una herencia es un desacuerdo sobre en qué tipo de familia han crecido los miembros de la familia.
¿Tienes claro el arco narrativo antes de comenzar a escribir sus tramas?
No, pero tengo una especie de plan.
“¿Cómo sería ser una persona sana? Yo no sabía cómo era ser una persona sana, una persona no herida, no tenía más experiencia que la mía.
A lo largo del libro, los sueños de Bergljot, e incluso los de su madre, se utilizan para avanzar en la trama o profundizar nuestra comprensión del personaje. Es un recurso arriesgado, porque el lector puede percibirlo como un truco, pero aquí funciona sin problemas. ¿Lo usas con frecuencia?
¡Sí! Para mí, los sueños son muy importantes, nos dicen mucho. Escucho mis sueños! Son más sabios que yo.
Toda la historia está plagada de referencias a los clásicos de la psiquiatría, como Freud o Jung, y visitas al psicoanalista. ¿Es esta novela parte de un proceso terapéutico?
No para mí. Pero, en mi perspectiva, Freud y Jung son filósofos, no solo psicoanalistas.
¿Cuál es tu favorito y cuál es más útil para tu vida y tu escritura?
Me gustan los dos, pero si tuviera que elegir, elegiría a Freud. Tiene una orientación menos metafísica que Jung. Freud es un filósofo de la vida cotidiana (y de la vida nocturna).
¿El análisis te ayuda a escribir mejor? Tu libro parece profundamente influenciado por esa experiencia.
El análisis me ayudó a vivir. Y vivir es un requisito previo para mi escritura.
En la práctica del psicoanálisis también hay una búsqueda de la narración que nos permite seguir con nuestra existencia. Siento que Bergljot, tal vez como cualquier ser humano, está buscando desesperadamente una aceptación de su historia que le permita, de alguna manera, pasar este capítulo sucio y seguir con su vida.
Sí, pero ella escribe sobre teatro y cuando ve y escribe sobre teatro, puede usar su propia historia de una forma u otra. Ella trata su trauma escribiendo y hablando con personas inteligentes e interesantes, y leyendo. ¡Es posible!
Bergljot nos parece una víctima obvia de la violencia de su padre y del abandono de su madre, pero la historia nos muestra las sutilezas con las que nuestras vidas de clase media pueden hacernos dudar de nuestra posibilidad de denuncia. Al fin y al cabo, ella acepta dinero, coches y otras ayudas de su padre, quien parece estar dispuesto a comprar un silencio y perdón imposibles.
Sí, ella acepta cualquier cosa que se parezca a una admisión.
¿Existe alguna posibilidad de reparar los daños afectivos dentro de una familia que se enfrenta una tragedia como la que usted describe en su libro?
Tal vez, si la madre, después de la muerte del padre, hubiera comenzado a llorar, admitir que ella sabía. Si hubiera dicho: he sido tan impotente, tan dependiente de tu padre, y esto fuera tan sincero, que Berljliot realmente la creyese, tal vez Bergljot la habría entendido y perdonado.
¿Existe algún ambiente más disfuncional que una familia de clase media occidental?
¡Oh, sí! Las familias son disfuncionales en todas partes, de diferentes maneras.
«Podría haber sido feliz si no fuera por aquello».
¿Podemos renacer después de un trauma infantil o cargamos ese peso por el resto de nuestras vidas?
No podemos renacer, pero podemos aprender cómo llevar nuestro trauma de una manera que no nos destruya, espero.
¿Es posible el perdón? ¿Existe, realmente? ¿Es justo, incluso, pedir perdón?
Creo que el perdón es posible, pero es difícil perdonar algo que no se admite.
«Había aprendido que no estaba permitido decir la verdad, que si lo hacía, sería castigada».
Creo que éste es, quizás, el centro del conflicto en su libro. La necesidad de admisión no se satisface, pase lo que pase o cuánto tiempo pase.
Sí, pero puedes aprender a vivir con la insatisfacción. Es difícil pero posible.
Ese tema, y la búsqueda de la verdad sobre lo que realmente sucedió, me parecen cruciales en su historia. ¿Es realmente posible acordar una «verdad compartida» de lo que ha sido la historia de una familia?
No lo sé. Supongo que es difícil, pero creo que es posible entender la verdad de «los demás».
¿Por qué crees que existe este interés en distinguir si tu historia es real o no? Desde el punto de vista de la calidad literaria de un libro, esta morbosa curiosidad no aporta nada.
Creo que la pregunta “¿Es real?” se usó para descalificarme como escritora, desde un punto de vista moral.
Me encantaría profundizar en este tema, si es posible.
Si el periódico pudiera «probar» que muchas de las situaciones o conversaciones en la novela habían sucedido «en la vida real», podrían afirmar que, indirectamente, estaba acusando a mi propio padre de abuso, y eso sería malo porque está muerto y no tiene la posibilidad de defenderse. Eso sería un mal comportamiento, y la gente no compraría, ni leería, una novela escrita por una escritora tan inmoral. Así es como creo que mi familia quería que sonase cuando dieron información a los medios, que luego trataron de encontrar similitudes entre la novela y la «vida real».
La historia logra escapar del cliché de las hermanas, Astrid y Åsa, mostrando solidaridad con Bergljot; y Bård, el hermano, tomando partido con su padre. Los chicos con los chicos; las chicas con las chicas.
No había pensado en esto, pero tienes razón.
“Resulta curioso lo casual que es conocer a personas que luego
serán decisivas para el desarrollo de nuestra vida, que luego influirán
directa o indirectamente en elecciones que harán cambiar
la trayectoria de la misma.”
El hecho de que Bergljot encuentre comprensión fuera de la familia, Klara, en particular, y no dentro del universo cerrado de sus padres y hermanos, nos dice mucho sobre el valor de esas relaciones que mantenemos, con aquellos que no son nuestra sangre.
¡¡¡Sí!!! ¡¡Por suerte!!
Bergljot es un personaje bien dibujado. No es perfecta. Está lejos de serlo, de hecho. Es caótica, contradictoria, dipsomaníaca, entre otros pequeños defectos.
En otras circunstancias, correría el riesgo de perder la empatía del lector con el personaje, pero ¿cómo podría no tomar partido con la víctima del abuso sexual infantil?
No te vuelves agradable, saludable y amable sufriendo, siendo abusado. Es difícil hacer que el dolor que has experimentado se convierta en algo bueno para los demás.
En el libro hay varias referencias a Ibsen. Mientras leía el libro, de vez en cuando, recordaba a Stockmann, el protagonista de «Un enemigo del pueblo», que declara la verdad, independientemente del coste que este hecho le suponga. En alguna intervención de Tale, especialmente.
¡Ibsen es una referencia para todos los escritores noruegos!
¿Cuál es tu pieza favorita de Ibsen?
Tengo muchas: Peer Gynt, Vildanden, Gjengangere.
¿Y Bjørn Bjørnson?
Bjørnson es más importante como constructor de la nación y figura progresista que como autor, a pesar de que obtuvo el premio Nobel por su escritura, e Ibsen, no.
En algún momento, Bergljot siente pena por su padre, porque comparte con ella la condición de víctima de su pasado. «Una inmensa compasión por mi padre nace dentro de mí. Ese viejo que no se deshizo de su pasado». Él también es un hombre quebrado, que ya no sanará más.
Sí, y en cierto sentido, en su silencio, admite su pecado.
Por imposible que parezca, dado que no comete abuso sexual, la madre se presenta como el personaje más hostil de la familia. La más egoísta, en una competencia continúa con la hija maltratada, e incapaz de ocupar el puesto que se supone que ocupa, en la ley natural de las cosas, la de protectora de su descendencia.
La madre es a la vez irresponsable e infantil, y en algunos aspectos, elige serlo.
“¿Se puede hacer eso? Pregunté sollozando.
El desenlace del libro parece un reconocimiento de que el final no existe. Que es imposible romper realmente con tu familia. Algo que ya hemos percibido durante el resto de la historia. Que esas dos personas, mayores y frágiles, que son sus padres, aún dominan la existencia de Bergljot.
Sí. ¡Es triste!
«Tenía más de cincuenta años, pero aún sufría el miedo a la autoridad parental que tienen los niños».
Bergljot muestra un verdadero pánico a volver a ser una niña. «Me gustaría ser un adulto tranquilo y equilibrado». Toma decisiones existenciales prematuras debido a ese miedo, y esa huida hacia adelante: «Me casé y tuve hijos pronto para dejar de ser hija y convertirme en madre».
¡Todos llevamos al niño que fuimos dentro de nosotros! Pero podemos llevarlo de diferentes maneras, más o menos destructivas.
Una frase de Klara, «Aguantar es el primer deber de los seres vivos», muestra lo que creo que es otra idea poderosa del libro, la importancia de resistir las vicisitudes de la vida. Sean las que sean. Resiste, sobrevive y sigue viviendo, siempre.
Sí, todos somos animales de instinto. Freud dijo: “Nada animal es ajeno a mí”.
«Has roto, dijo Bo, y sin embargo no estás liberada de aquello».
Bard, de casi 60 años, todavía está obsesionado con la infancia y quiere una explicación de por qué las cosas fueron como fueron, pero no llega. Entonces, nuevamente, la víctima del abuso sexual es una de las víctimas, no la única.
¡Tienes razón! Llevamos nuestra infancia a lo largo de la vida.
«No es fácil ser una persona».
Cuando termino el libro, me queda la impresión de que el narrador considera que la suya fue una infancia perdida, y que el resto de su vida es un eterno retorno a esa pérdida, de la que no puede escapar, ya que no puede escapar de los escenarios y los protagonistas de esa pérdida. No importa cuántas horas de psiquiatra pague el generoso sistema público de salud noruego.
Sí y no. La novela transcurre en un período especial de la vida de Bergljot. El padre muere, y esto se convierte en una oportunidad para confrontar a su familia de una manera más directa. Espero que ella viva y trabaje más equilibrada después de este período.
Bergljot consume mucho vino durante el libro. Parece confiar mucho más en el alcohol que en el Xanax o Prozac.
¡Sí! ¡Como yo!
Las referencias a «Festen» (Celebración) son continuas. Además de este éxito del grupo Dogma, ¿ha influido el cine en la escritura de este libro, en particular, y su literatura, en general? ¿Las series de televisión?
¡No! ¡Pero soy una gran admiradora de Lars von Trier!
¿Cuáles son los escritores que más te influenciaron tu trayectoria literaria?
¡Muchos! Dag Solstad, Thomas Bernhard, Marguerite Duras, Tove Ditlevsen, Herta Müller y muchos otros.
Además de la literatura y el cine, ¿qué otras disciplinas tuvieron un impacto en tu escritura?
La vida, en general.
Desde el Mediterráneo, me temo que tendemos a ver a los países escandinavos como uno solo, olvidando las diferencias obvias entre sus sociedades. ¿Existen grandes diferencias entre la literatura nacional o los autores que puedas explicar fácilmente a nuestra audiencia?
Es conocido que Suecia tiene una vida pública más rígida y tensa que la de Dinamarca y Noruega. No hay tantas reglas tácitas en Dinamarca y Noruega, por lo que es más fácil ser disidente.
El resto del mundo tiende a tener una visión idealizada de los escandinavos. Quizás la avalancha de novelas criminales en el mercado literario mundial esté amenazando esa visión. En tu novela tratas el tema de la guerra de Bosnia, el conflicto Israel-Palestina y sus consecuencias. Has trabajado con refugiados. ¿Cómo describirías la política de acogida de refugiados de Noruega y tu visión del racismo en tu propia sociedad?
Los noruegos se consideran una nación amante de la paz, pero en realidad, somos obedientes a los Estados Unidos, en todas las cuestiones. Nadie bombardeó Libia más que Noruega.
Escribes desde los veintidós años. ¿Cómo mantienes tu motivación? ¿De dónde sacas la disciplina para seguir?
¡Nunca he hecho nada más! Leer y escribir no es solo mi forma de ganarme la vida, sino mi forma de vivir, lo que hace que la vida tenga sentido.
¿Ha cambiado mucho tu proceso de escritura desde que empezaste?
Creo que ahora tengo más coraje en mi escritura que antes.
Entiendo que quieres decir que tiene más coraje con respecto a los temas sobre los que escribes. ¿Este coraje se ve traducido a la forma de tus escritos?
Sí. Mis temas son más complejos que antes, y la forma literaria también, porque el tema y la forma / el lenguaje están inextricablemente vinculados.
Leí tu frase: «Escribir es la relación entre cabeza, intestino y mano». Me encantó. Es tan precisa que no puedo prometer que no la robaré en el futuro.
¡Adelante!
Mi último artículo fue sobre el libro más reciente de Kjell Askildsen. ¿Te gusta su trabajo? ¿Tuviste la oportunidad de conocerlo?
¡Sí! ¡Le he visto muchas veces! Noruega es un país pequeño y no tenemos tantos escritores. Soy una gran fan suya.
La novela de Hanne Ørstavik, «Amor», también ha llegado a nuestras estanterías. Su trabajo parece muy diferente al tuyo también. ¿Te gusta?
¡Sí! Es una escritora muy interesante. ¡La conozco y me gusta su trabajo!
¿Qué opinas sobre la controversia que rodea la publicación de las memorias de Woody Allen?
Apoyo la libertad de expresión.
Desde que comenzó el fenómeno de Knausgård, ¿ha habido alguna entrevista en la que no te hayan preguntado sobre Karl Ove? Ésta será la primera.
¡¡Jajaja!!
“La herencia”
Traducción de: Kirsti Baggethun y Asunción Lorenzo
Nórdicalibros, 2019
Estoy leyendo esta novela y me tiene cautivada su escritura. No quiero terminarla, es sublime.