En la «La hipótesis» toda la trama gira en torno a Máximo. El nombre de su protagonista es ya uno de los primeros aciertos del libro, una referencia sutil e irónica a la personalidad de Máximo: un hombre a punto de jubilarse, rutinario, con una existencia aburrida y sin ningún aliciente, casado con una mujer que no ama, y carcomido por los defectos que cualquiera de nosotros podríamos compartir.
La historia comienza cuando Máximo sufre un extraño ataque en la tienda de ropa de cama que regenta. Se despierta desnudo, pero sus atacantes no han robado nada. Todo está intacto. No recuerda nada de lo sucedido. Esta es la principal expectativa que crea la novela y que mantiene a lo largo de sus más de 200 páginas.
Máximo comienza a obsesionarse, necesita encontrar una respuesta, una explicación a lo sucedido. Y aquí comienzan las hipótesis. La trama, que no desarrollaré más aquí para evitar revelaciones inconvenientes, es aprovechada por Ortega para tratar preguntas importantes: ¿cuál es la relación entre nuestra vida y la ficción? ¿Nos sirve una explicación cuya falsedad conocemos? ¿Podemos vivir sin un sentido? Más allá de dar respuesta, tarea que no corresponde a una novela, el buen hacer del autor reside en haber sido capaz de plantearlas de manera pertinente sin hacer que el avance de la trama se resienta o que el tema a tratar resulta de manera demasiado evidente. Todos los elementos están bien articulados en torno a Máximo, a su punto de vista, a sus obsesiones y manera de ver la vida.
Y, tal vez, aquí precisamente encontremos uno de los puntos flacos de «La hipótesis». Toda la novela está tan dominada por Máximo que, en algunos fragmentos, podría pensar que la misma prosa se mimetiza con su personalidad para volverse plana, jubilada, aséptica; lo cual, bajo cierto punto de vista es sin duda un éxito técnico, pero que no evita de todos modos que el lector desee algo más de variedad, algún riesgo más a nivel formal.
En cualquier caso, «La hipótesis» es una buena propuesta narrativa del escritor vasco, al que seguiremos la pista en sus próximas obras.
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