Desde la galería, la vi aparcar su pequeño vehículo blanco. Un Ford Fiesta, creo recordar. Aunque podría ser cualquier coche viejo, pequeño, blanco, comido por el sol y la humedad. Las primeras luces del día se filtraban con parsimonia a través de la bruma, cuando T., mi novieta del allí y el entonces, me vino […]